La justicia europea considera que la necesidad de garantizar la estabilidad financiera en la UE prevalece sobre los derechos de los accionistas de los bancos.
Así lo ha dictaminado el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en una sentencia sobre la nacionalización del banco irlandés ILP, que formaba parte de las condiciones suscritas por Dublín y la troika (Comisión Europea, BCE y FMI) a cambio del rescate financiero de 80.000 millones de euros que recibió el país.
"El Derecho de la Unión no se opone al aumento del capital de un banco sin el acuerdo de la junta general en una situación de grave perturbación de la economía y del sistema financiero de un Estado miembro", afirma hoy el TJUE en un comunicado.
"No puede considerarse que los intereses de los accionistas y de los acreedores prevalezcan en todo caso sobre el interés público de la estabilidad del sistema financiero", continúa.
La nacionalización de ILP se efectuó en contra de la voluntad expresa de su junta de accionistas. El Gobierno irlandés obligó a la entidad a ampliar capital por valor de 2.700 millones de euros y vender las nuevas acciones al Estado. Al concluir la operación, el 99,2% del capital de ILP era público.